LA VIDA ES UNA CONSTANTE BUSQUEDA DE
NUEVAS
SENSACIONES... VIVIR, ES TENER EL CORAJE DE
DESCUBRIRLAS.



NADIE PUEDE CONTRA TUS SUEÑOS. SOLO VOS. NO TE LIMITES. SOÑA. VIVI. DISFRUTA DE LAS BELLAS SENSACIONES QUE NOS REGALA LA
VIDA.



miércoles, 2 de enero de 2008

La ultima Mujer...

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
Tiene que ser como vos.
Con tus labios rojos que me invitan a navegar en el,
Con tu pasión desbordante, que me quema la piel.

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
Tiene que tener la magia que vos tenes.
Con esa mirada que me abre el corazón
Y esas caricias, que me desbordan de amor.

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
Tiene que ser… tiene que ser como vos sos.
Con esa magia tan particular en tu mirada,
Y esa forma de ser, que me desnuda el alma.

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
No necesita nada mas que un corazón lleno de magia.
De palabras llenas de amor,
De sueños apasionados en noches de pasión.

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
Tiene que el color, del mas bello día.
Tiene que sentirse la reina de universo,
Porque mi amor será todo suyo,
Y todo suyo será cada gota de mi pasión.

La ultima mujer que yo quiero en mi vida,
Tiene que ser que vos sos.
Mágica. Única. Irrepetible. Inalcanzable.
Así tiene que ser la mujer, que conquiste,
A este corazón, solitario. Así de simple. Asi de amante.

fernando Durigan

Ocaso

Ocaso…


En el ocaso de mi vida,
Cuando la esperanza estaba perdida;
Las caricias eran frías,
Cuando no tenia sentido la vida.

En el ocaso de mi vida,
Cuando había mas en el debe, que en el haber;
Y quedaba poco camino,
Por recorrer.

En el ocaso de mi vida,
Cuando son pocos los besos, muchas las heridas;
Cuando tenès el alma congelada,
De tantas frustraciones recibidas.

En el ocaso de mi vida…te conocí…
Y como el ave fénix, resurgí de mis cenizas.
Fui pasión desenfrenada, risa sostenida;
Caricia ardiente, beso apasionado, amor que delira.

Pero te marchas…te alejas de mi.
Mi cuerpo vuelve a quedar frió,
Mis manos vacías, mi boca reseca;
Mi corazón sin fuerzas, mi amor…
Mi amor ahogado en un gemido de dolor.


En el ocaso de mi vida, vuelvo a morir por tu adiós.
Fernando Durigan